Primera vez en mi vida que siento que nos entregan un plato de comida en un restaurant y sentir que se han reído de nosotros. He pedido un plato de reineta con papas fritas por $6.990 y me ha llegado un pescado flacuchento con un puñado de papa fritas que con suerte hubiese pagado $3.000. Éramos cerca de 18 personas y todos notaron la tristeza de los platos versus lo que costaban. Bueno algo se veía raro que siendo las 14 horas no había nadie en el local. NUNCA MAS